«Si no lo ves, no lo controlas.» Esta fue la provocación hecha por Alexandre Brito, Director de Innovación del Grupo CPCON. Y resume brillantemente uno de los mayores desafíos que enfrentan hoy las organizaciones: la gestión de activos invisibles.
El control de activos va mucho más allá de una exigencia contable. Es la base para decisiones inteligentes, planificación eficiente y operaciones seguras. Sin embargo, muchos gestores aún no logran responder a preguntas básicas: ¿Dónde están mis activos? ¿Quién los está utilizando? ¿Están funcionando correctamente?
Sin visibilidad real, incluso los mejores planes pueden fracasar. Y es aquí donde entra el control visual de activos: transformar números en mapas, listas en imágenes, y datos técnicos en representaciones visuales comprensibles. Este es el nuevo camino hacia una gestión de activos más eficaz, precisa y estratégica.
¿Qué es la gestión de activos?
La gestión de activos es el proceso de identificar, registrar, monitorear y mantener los bienes físicos de una organización —desde computadoras y mobiliario hasta vehículos y maquinaria industrial. Más que saber lo que se tiene, se trata de conocer su ubicación, estado, valor y uso.
Según la norma internacional ISO 55000:2014, que define la gestión de activos en organizaciones de todos los tamaños y sectores:
“Un activo es un elemento, cosa o entidad con valor potencial o real para una organización. La gestión de activos es la actividad coordinada de una organización para obtener valor de sus activos.” (ISO 55000:2014 — Asset Management – Overview, Principles and Terminology. International Organization for Standardization)
Esta definición refuerza el carácter estratégico del control de activos: no se limita al control físico, sino que busca extraer valor real de los activos. Una gestión bien aplicada impacta directamente en la eficiencia operativa, en los costos y en la competitividad empresarial.
Principales tipos de gestión de activos
Existen diferentes formas de gestionar los activos, dependiendo del tamaño y naturaleza de la organización:
- Gestión contable: centrada en el valor financiero de los activos.
- Gestión operativa: orientada al uso y mantenimiento de los bienes.
- Gestión estratégica: enfocada en decisiones a largo plazo.
- Control visual de activos: integra los elementos anteriores con foco en la visualización de activos y la optimización del espacio físico.
¿Para quién está recomendada la gestión de activos?
Para cualquier empresa que posea bienes físicos. Desde pequeñas escuelas y clínicas hasta grandes industrias e instituciones públicas.
Sin embargo, organizaciones con múltiples sedes, equipos de campo y activos de alto valor se benefician especialmente del control visual de activos, ya que permite una localización de activos precisa y una supervisión en tiempo real.
La importancia del control visual en las empresas
Perder un activo no es solo una baja en el inventario. Es una oportunidad perdida, un costo oculto y un riesgo operativo.
Las empresas pierden activos todos los días —y muchas veces ni lo notan. El problema no siempre es la mala gestión, sino la falta de visibilidad.
Con el control visual de activos, su inventario deja de ser una hoja de cálculo estática y se convierte en una imagen viva de su operación. En la práctica, esto representa:
- Reducción de pérdidas y extravíos
- Planificación física más eficiente
- Auditorías más rápidas
- Supervisión de activos en tiempo real
- Decisiones fundamentadas en datos georreferenciados
¿Cuándo se debe aplicar esta práctica?
Siempre. El control de activos debe ser continuo, no una acción puntual. No obstante, hay momentos clave en los que se vuelve aún más necesario:
- Cambios en la administración o reestructuraciones
- Fusiones, adquisiciones y auditorías
- Cambios de diseño físico o reubicaciones de equipos
- Inversión en nuevos activos o expansión de la infraestructura
Consejos para realizar una gestión de activos eficiente
La teoría es fundamental, pero es en la práctica donde la gestión de activos muestra su verdadero impacto. Independientemente del tamaño de su empresa, algunas acciones simples pueden transformar cómo organiza, visualiza y controla sus activos.
Más allá de seguir una guía, el secreto está en establecer rutinas consistentes y utilizar herramientas que proporcionen visibilidad, agilidad y precisión.
A continuación, algunos pasos prácticos para estructurar o mejorar su proceso de control de activos:
- Empiece por lo básico: identifique y registre sus activos.
- Estandarice el etiquetado: utilice códigos QR, códigos de barras o tecnología RFID para activos.
- Cree mapas visuales: use planos de planta o modelado BIM para una representación visual de activos.
- Integre herramientas: conecte el inventario con las áreas de compras, mantenimiento y TI.
- Revise periódicamente: auditorías frecuentes garantizan precisión y confiabilidad.
Implemente un sistema de gestión
No se puede controlar todo de forma manual. Apostar por un sistema de gestión de activos con mapas es el paso necesario para evolucionar de un inventario estático a una solución dinámica e inteligente.
Con RFID para activos, por ejemplo, se puede identificar la localización de activos automáticamente, sin depender de inspecciones manuales.
Los sistemas que integran control de activos con SIG (Sistemas de Información Geográfica) o gestión de activos con BIM (Modelado de Información de Construcción) permiten una visualización detallada y precisa dentro del entorno físico de la empresa. Esto ya no es un diferencial —es una necesidad estratégica.
Conozca las soluciones de CPCON
En CPCON, combinamos tecnología innovadora, consultoría especializada y plataformas visuales para transformar su inventario en un panel de control inteligente y accesible.
Con el uso de RFID para activos, mapas digitales interactivos y supervisión de activos en tiempo real, ofrecemos una solución completa —desde el etiquetado hasta la visualización estratégica.
Nuestro objetivo es claro: transformar su control de activos en una ventaja competitiva real.
Conclusión
La era de los inventarios invisibles ha quedado atrás. Si quiere controlar, necesita ver. Y el control visual de activos le permite justamente eso: visibilidad, precisión e inteligencia aplicada.
Al implementar tecnologías como RFID, su empresa podrá ver sus activos como realmente son —y no solo como datos en una planilla.
Invierta en control de activos. No como una obligación, sino como una estrategia inteligente.
Porque en el mundo de los negocios, quien ve mejor, decide mejor.
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FAQ
¿Qué es el control visual de activos y por qué es tan importante?
El control visual de activos transforma los fríos datos en prácticas representaciones visuales. En lugar de hojas de cálculo, se ven mapas, etiquetas e información georreferenciada que muestran exactamente dónde y cómo se utilizan los activos. Esto aumenta la precisión, reduce las pérdidas y agiliza las decisiones.
Mi empresa ya realiza un inventario anual. ¿Necesito también un control visual?
Sí, el inventario anual es sólo una instantánea. El control visual de activos es continuo y estratégico. Permite la supervisión en tiempo real, la identificación inmediata de desviaciones y una gestión mucho más eficiente de su espacio físico.
¿Qué empresas se benefician más de esta tecnología?
Las empresas con múltiples unidades, operaciones complejas y activos de gran valor -como industrias, hospitales, universidades y cadenas menoristas – son las que más pueden beneficiarse. Cuanto mayor sea el reto de localizar y realizar un seguimiento de los activos, mayor será el impacto del control visual.
¿Cómo se aplica la tecnología RFID al control de activos?
La RFID permite identificar y localizar activos automáticamente, sin necesidad de contacto visual ni lectura manual. Esto permite realizar un seguimiento de los activos de forma rápida y precisa, aportando eficacia y fiabilidad a la gestión de activos.
¿Cómo empiezo a implantar el control visual de activos en mi empresa?
El primer paso consiste en cartografiar sus activos, normalizar la identificación (por ejemplo, con etiquetas RFID) e integrar un sistema de gestión. CPCON ofrece soluciones completas que incluyen consultoría, tecnología y asistencia continua para convertir su inventario en una herramienta estratégica.